jueves, 8 de septiembre de 2011

                ¡Que se cumpla la promesa de cierre del destacamento!

Hace tres meses, luego de una tenaz e incansable lucha de los familiares y amigos de Luciano Arruga, apoyados por personalidades y organismos de DDHH, y distintas organizaciones sociales y políticas, el Intendente de La Matanza, Fernando Espinoza, se comprometió a cerrar el destacamento donde estuvo secuestrado Luciano; dando su palabra de que cedería el lugar a "Familiares y Amigos de Luciano Arruga" para generar un espacio de la memoria, donde los adolescentes y jóvenes del barrio puedan desarrollar actividades culturales. Hasta el día de la fecha, la promesa sigue sin cumplirse, y luego de reuniones y evasivas,
En primer lugar, entendemos que la promesa del Municipio de cerrar el destacamento no hubiera sido posible sin la lucha y la presión de Familiares y Amigos, las organizaciones, los sectores estudiantiles, docentes, medios alternativos, y todas y todos los que de distinta manera apoyaron y difundieron el caso. Sabemos que es un primer paso, muy importante, en esta búsqueda de justicia que continuará: porque aún Luciano continua desaparecido, porque todavía el caso sigue sin esclarecerse, y también porque entendemos que para que haya celeridad en los tribunales, es necesario forzar lo que es una decisión política de llegar hasta la verdad, y todo ello sólo será posible a través de la lucha.
Mientras luchamos por Luciano, antes y después otros pibes son víctimas de la violencia policial que tiene múltiples caras. Como pueblo estamos dolidos por el crimen de Candela, no hay análisis ni explicaciones que lo mitiguen. Los responsables materiales de su asesinato siguen libres, pero si miramos más allá de ellos, podremos encontrar otros responsables y culpables.
En estos últimos días vimos en los medios de comunicación un show macabro, cuando lo que era necesario era ponderar la vida de una niña de 11 años, también lo vimos en muchos políticos que volvieron con la propuesta ya conocida de la "mano dura" para combatir la "inseguridad". Se plantean también hipótesis sobre una "red mafiosa" "narcos", etc. Pero lo que nadie dice, lo que todos, oficialistas y opositores omiten es que ninguno de estos delitos y de ningún otro tipo funcionan sin la complicidad policial en primer lugar, pero también judicial y de sectores políticos, desde punteros hasta altos funcionarios. Para decirlo más claro, en territorio bonaerense nada sucede sin la venia de "La Maldita policía". Ellos son los primeros "administradores" de las redes de trata para la prostitución, de las mafias de la droga, los desarmaderos y son también los "empleadores" de pibes de los barrios (como quisieron "emplear" a Luciano y se negó). Esta impunidad se expresa también en los miles de casos de gatillo fácil que aparecen como "casuales", como el que sucedió hace dos semanas atrás en Laferrere (un caso más en realidad), donde el joven Ángel Rojas quedó en coma tras recibir los disparos de un sargento que "tiraba al aire para disuadir una riña". Tres casos totalmente diferentes, tres jóvenes muy jóvenes: Luciano, Candela y Angelito. Tres casos que se cruzan en un punto con la policía.
Esto nos lleva a replantearnos un tema tan sensible hoy en día como es la existencia de inseguridad, e interrogarnos sobre algunas de sus principales causas: ¿es con más poder para la policía, con mayor acción de sus fuerzas, con mayor impunidad para ella, que se terminará con el delito y la violencia? ¿Cuál es el rol que están cumpliendo los medios de comunicación sobre todo esto? ¿Ayudan en algo o
Son en realidad una parte del problema? Desde los gobiernos ¿cuáles son las posibilidades de educación, trabajo digno, cultura y salud que se ofrecen a los jóvenes, más allá de los discursos o de alguna medida?. Que se cierre un destacamento policial, que fue además escenario concreto de la tortura y desaparición de Luciano y poder transformarlo en un lugar de vida, de cultura, de educación y entretenimiento para nuestros pibes sería sin dudas un paso importante, contra todo este drama que nos atraviesa como pueblo y un avance en la búsqueda de justicia para Luciano, sus familiares y amigos.
Por eso, como parte de esta lucha, estamos impulsando un espacio cultural en la zona y un bachillerato popular. Porque enfrentar la inseguridad pasa en primer lugar por enfrentar la marginación y la criminalización a la que son arrojados los jóvenes más humildes, pasa por construir juntos posibilidades de vida digna, luchando y exigiendo por salud, educación, vivienda y trabajo como condiciones indispensables e irrenunciables para nuestro pueblo. Y todo ello necesita también de otra lucha larga y difícil por terminar con el entramado perverso que hay entre las redes mafiosas y el accionar de la policía, la justicia y sectores políticos. Es cierto, no tenemos una solución definitiva, ni tampoco creemos que ella exista. Tampoco comemos vidrio, los que nos quieren convencer que debe seguir el destacamento, no sólo no les interesa que allí haya sido torturado y desaparecido Luciano y que siga habiendo casos tristemente idénticos, sino que además piensan que van a estar seguros "metiendo más balas" y no hacen más que darle de comer a los más pesados del delito.
Por Luciano, por tantos otros pibes, por Candela, Angelito, seguiremos siendo parte de esta lucha.
familiares y amigos decidieron tomar esta medida de realizar un acampe frente al Municipio para finalmente obtener una respuesta.
                                          ¡Cierre del destacamento ya!
                                 ¡Aparición con vida de Luciano Arruga!
                                    ¡Juicio y castigo a los responsables!